Open Banking: Compartiendo datos para un futuro financiero mejor

En un mundo donde la tecnología y la banca convergen, la relación entre datos y finanzas se redefine. Open Banking, o banca abierta, surge como un modelo que pone al usuario en el centro, otorgándole control total y absoluto de sus datos y permitiendo el intercambio seguro de información entre entidades autorizadas. Este nuevo paradigma no solo transforma la forma en que accedemos a productos financieros, sino que sienta las bases para una economía más inclusiva, competitiva y transparente.

Imagine acceder a su histórico de transacciones, sus cuentas de distintos bancos y sus planes de inversión en un solo lugar, con solo un par de clics. Ese nivel de simplicidad antes parecía reservado a las grandes empresas, pero hoy cualquier persona lo tiene al alcance. Con Open Banking se derriban barreras, se aceleran procesos y se genera un ecosistema que beneficia tanto a consumidores como a proveedores de servicios.

En este artículo, profundizaremos en el origen, las cifras más recientes, los beneficios tangibles, los desafíos a superar y las perspectivas que esperan a quienes apuestan por la apertura de datos financieros. Acompáñanos a descubrir cómo un pequeño cambio en compartir datos puede desencadenar una revolución silenciosa en el mundo de las finanzas.

El origen y la esencia de Open Banking

La idea de Open Banking nace de la necesidad de ofrecer mayor transparencia y competencia en el sector financiero. Bajo marcos regulatorios claros y estrictos como la PSD2 en Europa o la iniciativa CDR en Australia, los clientes pueden autorizar a terceros el acceso a sus datos bancarios mediante APIs seguras. Esta apertura se basa en el consentimiento informado del usuario, quien decide qué información compartir y con quién.

Históricamente, los bancos guardaban recelosamente los datos como un activo estratégico, lo que limitaba la innovación y perpetuaba procesos largos y engorrosos. Ahora, gracias a la estandarización de protocolos y la certificación de proveedores de servicios, esos mismos datos se transforman en un recurso que empodera a los individuos, fomenta la competencia y reduce costos.

Por ejemplo, una pequeña empresa que antes tardaba días en recibir respuestas para solicitudes de crédito ahora puede obtener una oferta en minutos, al permitir el acceso automático a sus movimientos bancarios. De igual modo, aplicaciones de gestión de presupuestos ofrecen recomendaciones personalizadas basadas en patrones de gasto reales, mejorando la salud financiera de miles de personas.

Adopción global: cifras y tendencias

El avance de Open Banking este último lustro ha sido sorprendente. En 2025, más de 78 países cuentan con normativas que regulan este modelo, frente a poco más de 60 en 2023. El alcance global supera los 470 millones de usuarios, cifra proyectada a escalar hasta los 600 millones en 2027. El mercado asociado alcanzará un valor estimado de 87 mil millones de dólares este año y se prevé que supere los 94 mil millones en 2029.

En términos de transacciones, se registran 120 mil millones de movimientos anuales habilitados por Open Banking. El crecimiento interanual de pagos bajo este modelo superó el 67% en marzo de 2025, alcanzando 27.2 millones de operaciones en un solo mes. Estas cifras reflejan la confianza creciente de consumidores y empresas.

Encuestas recientes indican que el 52% de los adultos en Estados Unidos ya utiliza servicios basados en Open Banking, mientras que en Reino Unido se espera que el 50% de la población adulta sea usuaria en 2025. La región de América Latina destaca por mejoras sustantivas en inclusión financiera gracias a modelos de Open Banking en países como Brasil y México, donde los servicios digitales llegan a comunidades antes excluidas.

Beneficios clave para usuarios y empresas

• Más alternativas y competencia en tiempo real: acceso inmediato a comparar productos y negociar mejores condiciones.
• Reducción significativa de costos operativos: trámites automatizados y procesos sin papel.
• Seguridad con estándares elevados y certificados: APIs certificadas y protocolos de autenticación robustos.
• Inclusión financiera acelerada y sostenible: servicios digitales accesibles para segmentos tradicionales excluidos.
• Mejora de la experiencia del usuario final: asesoría personalizada y visualización integral de sus finanzas.

Para los usuarios, esto se traduce en decisiones más informadas, ahorro de tiempo y más opciones adaptadas a sus necesidades específicas. Para las empresas, la apertura de datos genera oportunidades de colaboración, fomenta la innovación y permite desarrollar soluciones más inteligentes basadas en análisis de datos en tiempo real.

Algunos ejemplos exitosos incluyen plataformas de préstamos entre pares que facilitan tasas ajustadas al perfil de riesgo real de cada solicitante, así como aplicaciones de ahorro automático que redondean compras y depositan la diferencia en cuentas de inversión de bajo costo. Estos casos de uso ilustran cómo la tecnología y la colaboración abierta pueden mejorar la vida financiera de millones de personas.

Desafíos y condiciones necesarias

• Desarrollar infraestructura tecnológica estandarizada y unificada que garantice interoperabilidad y escalabilidad.
• Fortalecer marcos legales y de protección de datos para evitar brechas y fraudes.
• Incrementar la educación financiera y digital entre usuarios para que comprendan sus derechos.
• Equilibrar innovación y seguridad, manteniendo la privacidad como eje central de toda solución.

Estos desafíos requieren una visión conjunta que involucre a gobiernos, reguladores, entidades financieras y consumidores. Solo mediante la colaboración activa en la creación de normas, la certificación de APIs y la divulgación de buenas prácticas podremos consolidar un ecosistema confiable.

Además, debe existir un equilibrio constante entre impulsar la creación de nuevas funcionalidades y garantizar que cada usuario comprenda y controle plenamente el flujo de su información, evitando la sensación de perder el control sobre sus propias finanzas.

Mirando hacia el futuro: Open Finance y disrupción

La evolución natural de Open Banking es el Open Finance, un concepto más amplio que integra no solo cuentas bancarias, sino también seguros, pensiones, inversiones, servicios fiscales y cualquier otro producto financiero. Este enfoque holístico ofrecerá una visión unificada del patrimonio de cada persona, facilitando decisiones integrales y oportunas.

Entre las innovaciones más prometedoras destacan la tokenización de activos, que permitirá negociar fracciones de bienes como bienes raíces o obras de arte en plataformas digitales, y la implementación de sistemas de pagos globales instantáneos sin intermediarios tradicionales.

La tendencia hacia la interoperabilidad completa de servicios financieros, respaldada por inteligencia artificial y aprendizaje automático, permitirá anticipar necesidades de crédito o inversión y ofrecer soluciones proactivas. Imagine recibir una oferta de consolidación de deudas optimizada justo cuando sus patrones de gasto indican un pico de endeudamiento.

En suma, Open Banking y su evolución a Open Finance representan una oportunidad histórica para construir un sistema financiero más justo, accesible y alineado con las necesidades reales de las personas. Un futuro donde compartir datos sea sinónimo de transparencia, colaboración y empoderamiento colectivo.