Mercados Frontera: Alto Riesgo y Grandes Recompensas

En un mundo financiero dominado por grandes potencias y mercados emergentes consolidados, existe un universo de oportunidades menos explorado: los mercados frontera. Estos países, denominados también “preemergentes”, ofrecen un balance singular entre riesgos elevados y perspectivas de revalorización muy atractivas. En este artículo descubriremos en detalle su definición, su dispersión geográfica, los motores de crecimiento que impulsan sus economías y los peligros a los que se enfrentan. Finalmente, presentaremos las vías de inversión más recomendadas para aprovechar este nicho de alto potencial.

Definición y encaje en el mapa global

Los mercados frontera son economías en desarrollo más avanzadas que las menos desarrolladas, mercados preemergentes con alto potencial pero todavía demasiado pequeños o ilíquidos para entrar en la categoría de mercados emergentes clásicos. El término fue acuñado en 1992 por Farida Khambata en la Corporación Financiera Internacional, dependiente del Banco Mundial. Aunque comparten características con los emergentes, su envergadura y complejidad regulatoria los mantienen fuera de los grandes índices globales de mercados emergentes.

Entre sus rasgos estructurales fundamentales destacan:

• Capitalización bursátil y liquidez muy reducidas frente a emergentes.
• Relativa apertura a inversores extranjeros sin extrema inestabilidad política.
• Costes laborales muy competitivos y abundancia de recursos naturales por explotar.
• Poblaciones jóvenes, baja renta per cápita y clase media incipiente.

Según datos de 2010 de la CFA Institute Research Foundation, estos países representan un gran peso demográfico con el 21,6% de la población mundial, pero apenas aportan el 2,4% de la capitalización bursátil global y el 6,8% del PIB mundial. Esta gran brecha refleja oportunidades de crecimiento y diversificación poco exploradas por la inversión institucional tradicional.

Listado de países y geografía de los mercados frontera

Lejos de limitarse a una región, los mercados frontera configuran un mosaico global. Cada proveedor de índices (FTSE, MSCI, S&P, Russell) aplica criterios propios, por lo que la lista varía. A continuación, un resumen de las zonas más representativas:

• Europa del Este, Bálticos y Balcanes: Estonia, Lituania, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, Bulgaria, Croacia, Serbia, Bosnia, Macedonia del Norte, Malta y Chipre.
• África: Nigeria, Kenia, Marruecos, Botsuana, Mauricio, Costa de Marfil, Ghana, Namibia, Zambia, Túnez, Senegal, Benín, Burkina Faso, Malí, Níger, Togo y Gabón.
• Oriente Medio/Golfo: Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Jordania y Líbano.
• Asia: Bangladés, Sri Lanka, Vietnam, Kazajistán y Papúa Nueva Guinea.
• América Latina y Caribe: Argentina, Panamá, Perú (en algunos índices), Ecuador, Trinidad y Tobago y Jamaica.
• Otros: Ucrania, con recientes avances regulatorios, y naciones en transición de estatus.

Entre los más buscados por los fondos especializados destacan Nigeria, Kazajistán, Egipto, Vietnam y Kenia. Países como Colombia han escalado de frontera a emergente, mientras que Perú amenazó con el movimiento inverso antes de consolidarse en esa categoría.

Motores de crecimiento y “grandes recompensas”

¿Por qué invertir en estos destinos pese a su volatilidad? Los argumentos se basan en cinco pilares clave:

Demografía y consumo interno. Con poblaciones jóvenes, el consumo y la urbanización crecen a ritmos superiores a los de economías maduras. La expansión de la clase media y la demanda de bienes y servicios básicos impulsan sectores como telecomunicaciones, construcción y retail.

Crecimiento económico y convergencia. Según Caixabank Research, estos países presentan bajos niveles de endeudamiento y márgenes amplios para converger en PIB per cápita con emergentes y desarrollados. Su ciclo económico está menos correlacionado con la coyuntura global.

Valoraciones atractivas. La infrarepresentación en índices y la menor cobertura de analistas generan ineficiencias de precio, perfectas para estrategias de oportunidades de stock-picking poco exploradas. Fondos líderes como Schroder Frontier Markets Equity consiguieron +16% en 2024, seguido por Templeton Frontier Markets y HSBC Frontier Markets con rentabilidades de doble dígito.

Diversificación mediante baja correlación. La escasa correlación con mercados desarrollados, emergentes y entre sí mismos permite diversificación a través de baja correlación, reduciendo la volatilidad global de una cartera bien construida.

Sectores e historias locales. Desde la manufactura de bajo coste en Bangladés hasta el turismo en Sri Lanka o los recursos naturales de África, cada país ofrece casos de desarrollo propios, mitigando el riesgo de concentración sectorial.

Los riesgos: por qué son de “alto riesgo”

Estos atractivos conviven con peligros que todo inversor debe conocer:

Riesgo político e institucional. Cambios de gobierno, conflictos internos, legislaciones inestables y escasa protección jurídica pueden desencadenar pérdidas súbitas y afectar la inversión extranjera.

Volatilidad cambiaria. Las monedas locales suelen experimentar movimientos abruptos, amplificando tanto ganancias como pérdidas en divisas fuertes. Las reservas internacionales más limitadas elevan la probabilidad de crisis cambiarias.

Liquidez reducida. En mercados poco profundos, cerrar posiciones grandes puede suponer descuentos significativos y diferenciales ampliados.

Cómo invertir en mercados frontera

La exposición a estos mercados puede realizarse a través de distintos vehículos y estrategias, adaptados al perfil de cada inversor:

Fondos de gestión activa permiten aprovechar ineficiencias de precio y rotar entre países o sectores según ciclos locales. Los ETFs, por su parte, ofrecen una vía más económica y líquida, ideal para carteras con menor tolerancia a comisiones.

En cuanto a estrategias, se recomienda:

• Asignar un peso moderado (5% a 10% de la cartera) para controlar la volatilidad.
• Diversificar intra-frontera entre regiones y sectores para mitigar riesgos específicos.
• Revisar periódicamente las valoraciones y los cambios de estatus de países que puedan ascender a emergentes.

Perfiles de inversor con mayor aversión al riesgo pueden optar por ETFs globales que incluyan un porcentaje de mercados frontera, mientras que perfiles agresivos pueden concentrarse en fondos especializados con alta rotación.

En conclusión, los mercados frontera suponen un terreno de juego desafiante pero repleto de rentabilidades de doble dígito a inicios de 2024 y perspectivas de convergencia casi inigualables. Con una estrategia prudente, diversificada y bien informada, inversores de todo tipo pueden aprovechar este nicho para complementar y robustecer sus carteras, obteniendo acceso a historias de crecimiento únicas y alzas potencialmente superiores.